Qué es el pie diabético?
DEFINICION:
Qué es la diabetes mellitus?
Diagnóstico: La prueba de hemoglobina glicosilada
Tratamiento de la diabetes
Diabetes mellitus y embarazo
Dieta del paciente diabetico
Hipoglucemia
Trastorno de los pies de los diabéticos provocado por la enfermedad de las arterias periféricas que irrigan el pie, complicado a menudo por daño de los nervios periféricos del pie e infección. Debido a la oclusión de las arterias que llevan sangre a los pies se produce gangrena.
El pie del paciente diabético es muy sensible a todas formas de traumatismos: el talón y las prominencias óseas resultan especialmente vulnerables.
Los daños a los nervios periféricos de los pies provocan trastornos sensoriales, úlceras de la planta del pie, atrofia de la piel.
Es frecuente en los pacientes diabéticos que las lesiones propias del denominado pie diabético trascurran sin dolor, debido a lo cual se suele agravar la lesión antes de que el paciente pida ayuda especializada.
COMO EVITAR LAS LESIONES DEL PIE DIABETICO?
A los pacientes de riesgo (ancianos y aquellos que tienen mala circulación), se les recomienda los siguientes cuidados rutinarios de los pies:
Cada día, los pies deben ser lavados (aunque no empapados) en agua caliente, cuya temperatura ha sido probada previamente con la mano. Se deben secar con meticulosidad, prestando una atención especial a los espacios interdigitales (entre los dedos).
Las uñas de los pies deben cortarse con cuidado. Los pacientes con mala vista o manos temblorosas deben pedir a otros personas que se las corten. Las uñas no deben ser más cortas que el extremo del dedo.
Los pies se deben inspeccionar con frecuencia, buscando detenidamente zonas resecas y fisuras en la piel, sobre todo alrededor de las uñas y en los espacios interdigitales. Deben espolvorearse con talco, si la piel está húmeda, o recubrirse con crema hidratante, si la piel está seca. Las plantas deben ser inspeccionadas con un espejo o por otra persona. Debe tenerse un cuidado especial con los callos y las durezas, que deben ser atendidas por un podólogo. No se deben utilizar antisépticos potentes (yodo), ni callicidas.
Si aparecen ampollas o infecciones, debe consultarse inmediatamente al médico.
No deben utilizarse bolsas de agua caliente. Es preferible utilizar unos calcetines.
Pueden emplearse mantas eléctricas, pero deben apagarse antes de meterse en la cama.
Los zapatos deben ajustar bien (sin apretar) y ser confortables, dejando espacio para que los dedos descansen en su posición natural.
Los zapatos nuevos deben calzarse progresivamente, cada vez durante un tiempo un poco más largo.
Se deben utilizar calcetines de algodón o lana, mejor que de nylon. Deben ser de la talla adecuada y no tener zurcidos ni costuras que puedan producir presiones. Deben cambiarse diariamente.
Caminar con los pies descalzos es peligroso, ya que una pequeña herida puede tardar mucho en curarse.
Dejar de fumar. El tabaco es muy perjudicial para los diabéticos, porque produce vasoconstricción .
Otro aspecto de la prevención que merece cierta atención, es el diseño de calzado a medida para los diabéticos con pies muy vulnerables. Estos zapatos deben estar diseñados para redistribuir las fuerzas que soporta el pie.
CUIDADO DE LAS LESIONES YA EXISTENTES
Se debe hacer un examen detallado de ambos pies, con una inspección cuidadosa de los talones y los espacios interdigitales.
El estado de la circulación, y sensibilidad deben evaluarse con detalle.
Deben tenerse en cuenta la temperatura y el color de la piel, la respuesta vascular a la elevación del miembro, es decir si se producen cambios en el color según la postura de la extremidad, el cambio en la cantidad de pelo de la pierna.
Una fotografía en color es útil para poder juzgar la progresión de la falta de riego.
EL TRATAMIENTO DEL PIE DIABETICO SE BASA EN:
Protección contra el daño que se asocia a la pérdida de sensibilidad causada por lesión de los nervios periféricos.
Tratamiento de la infección que pueda aparecer.
Mejoría de la circulación evitando el uso de calzado o prendas ajustadas.
Control médico de la diabetes, es decir, comprobar que los niveles de glucosa se encuentran dentro de los límites permitidos.
Fuente:
Manual Merck, octava edicion. Ediciones Doyma. 1989. Barcelona
www.tuotromedico.com
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martes, 29 de septiembre de 2015
La piel del paciente con diabetes
La piel del enfermo de diabetes es susceptible a lesiones e infecciones, pues el mal funcionamiento de las células de defensa reduce su capacidad ante el embate de hongos o bacterias, mismos que encuentran abundante alimento en los altos niveles deglucosa.
Existen diversas clasificaciones para los problemas dermatológicos en los pacientes con diabetes, la mayoría muy extensas; sin embargo, a continuación se describirán aquellas lesiones cutáneas más comunes:
- Piel amarilla. Es relativamente frecuente que la piel de los pacientes con diabetes presente coloración amarillenta, mejor apreciada en palmas de las manos y plantas de los pies, aunque no reviste ninguna importancia clínica. Se sabe que el problema se origina cuando los altos niveles de azúcar afectan al colágeno, proteína que de manera natural se encuentra en el cuerpo humano, y es la encargada de proporcionar fuerza a huesos, piel, cabello y uñas.
- Dermopatía diabética. Es el problema más común y se debe a la alteración de los pequeños vasos sanguíneos, caracterizada por la aparición de manchas rojizas de ½ hasta 2 centímetros de diámetro, que con el tiempo se vuelven más oscuras y forman pequeña costra. No tienen consecuencias graves, no generan dolor y se localizan preferentemente en rodillas, tobillos, muslos o antebrazos; son más frecuentes en varones que en mujeres. No requieren tratamiento y el control más o menos estricto de la diabetes impide su evolución.
- Necrobiosis lipoídica. De causa desconocida, se caracteriza por pápulas (erupciones) pequeñas, de coloración rojiza, las cuales tienden a endurecerse; crecen lentamente hasta confluir unas con otras formando placas de tamaño variable, con bordes amarillos; no generan molestias, aunque a veces presentan comezón. Es más frecuente en las mujeres y suele localizarse en manos, antebrazos, muslos, abdomen, frente y cuero cabelludo. No existe tratamiento que termine por completo con el problema, aunque se han hecho pruebas satisfactorias con corticoides vía oral.
- Bullosis diabeticorum. Consiste en la aparición espontánea de ampollas de contenido claro y tamaño variable, sobre la piel sana de antebrazos, piernas, pies y dedos. Suelen no generar molestias y, salvo que se infecten, se curan en el plazo de 1 a 4 semanas, dejando a veces pequeña cicatriz. No existe tratamiento específico y solo hay que tener reposo y aplicar antisépticos locales; el control de los niveles de azúcar no previene ni acelera su alivio.
- Granuloma anular. Se caracteriza por la aparición de pequeñas pápulas violáceas que confluyen dando lugar a placas de 1 a 5 centímetros de diámetro con piel sana en el centro. Se localizan más a menudo en brazos, piernas, dorso de manos y dedos, respetando las mucosas; se desconoce su causa. La curación puede durar de 1 a 3 años sin dejar secuelas, aunque son frecuentes nuevos brotes los cuales, por cierto, no causan molestias. Como tratamiento se utiliza la aplicación tópica (en el lugar de la lesión) de corticosteroides.
- Eritema diabético. Se presenta generalmente en enfermos de diabetes de edad avanzada; consiste en la aparición de áreas rojas indoloras bien delimitadas en la parte inferior de las piernas y en los pies. Una variante de este cuadro es la rubeosis diabética, en donde las manchas surgen en la cara y con menos frecuencia en las manos; en ningún caso existe tratamiento.
Si bien las anteriores son afecciones relativamente comunes en la piel del paciente con diabetes, debe hacerse hincapié en que puede haber engrosamiento del órgano más extenso del cuerpo humano, problema que recibe el nombre escleredema diabeticorum, y que aparece con mayor frecuencia en la parte superior del tórax y región posterior del cuello, extendiéndose en forma progresiva hacia cara y hombros, llegando rara vez a abdomen, brazos o manos.
Afecta a enfermos con muchos años con diabetes, generalmente obesos y con complicaciones cardiovasculares, no produce molestias y no hay tratamiento.
Por otra parte, hay engrosamiento y endurecimiento de la piel de dorso de manos y pies en 30% de los pacientes que deben inyectarse insulina y entre 10 y 60% de los pacientes que no dependen de ella; el problema da lugar a cierta limitación en la movilidad de las articulaciones de dichas zonas. Lamentablemente no hay tratamiento para revertir la afección.
Vaya problema
La superficie de la piel de los enfermos de diabetes aloja con facilidad a ciertos gérmenes que hacen que sea más fácil desarrollar infecciones; la principal fuente de energía de estos microorganismos son los carbohidratos o azúcares; estos últimos se encuentran en altas concentraciones en la sangre de quienes sufren este padecimiento.
La misma razón promueve el crecimiento de ciertos hongos, como las levaduras del género Candida, que se establecen en los pliegues cutáneos o el área genital. Igualmente, el paciente con diabetes facilita la colonización de bacterias como los estafilococos, lo cuales dañan con frecuencia a las mucosas nasales.
Otro factor que favorece la presencia de infecciones es el mal riego o aporte de nutrientes y oxígeno a los tejidos a través de la sangre. Con suma facilidad se presentan úlceras, las cuales pueden definirse como cualquier rompimiento en la barrera cutánea que usualmente se extiende a través de la dermis (capa en la que se alojan numerosos vasos sanguíneos que proporcionan elasticidad y tersura a la piel).
No obstante, el problema crece cuando los mismos altos niveles de glucosa dañan las terminaciones nerviosas (neuropatía diabética) que emiten señales como dolor que pueden advertir al enfermo de una lesión, de manera que éste no se da cuenta de que hay cortaduras o úlceras y deja que la complicación avance, pues desconoce su presencia, con consecuencias lamentables.
Cabe destacar que la diabetes mal controlada da pie a alteraciones del sistema de defensas del organismo (inmunológico), el cual verá reducido su funcionamiento frente a una infección cutánea, permitiendo que ésta crezca si no se toman las medidas pertinentes.
Las formas de infección más comunes son:
- Candidiasis. El área genital femenina aloja con facilidad al hongo Candida albicans, el cual encuentra condiciones favorables de alimentación en las pacientes mal controladas; produce comezón extrema en la entrada (vulva) y el interior de la vagina, aunque suele presentarse también en las regiones mamaria e inguinal. Para su tratamiento es conveniente el correcto control glucémico junto a la aplicación tópica de antimicóticos.
- Paroniquia candidiásica. Infección de las uñas por cándidas, las cuales generan enrojecimiento, cierto dolor e hinchazón, junto a pérdida de la cutícula, favoreciendo de este modo la sobreinfección bacteriana secundaria. El tratamiento correcto consiste en la aplicación de antisépticos tópicos durante el día y de una pomada o ungüento antimicótico durante la noche, durante semanas o meses. El correcto control del azúcar en sangre acelera su curación.
- Dermatofitosis. Infección por hongos tricofitos en los pies y pliegues entre los dedos; es muy frecuente y su verdadera importancia no esta en la propia micosis, sino en que es excelente puerta de entrada para infecciones bacterianas secundarias, que pueden comprometer seriamente la integridad del pie. Por ello, el tratamiento debe ser enérgico, con antimicóticos tópicos o incluso vía oral, previa realización de un cultivo micológico.
- Piodermitis. No es más frecuente, pero sí de mayor gravedad; se presenta al nivel de la barba, piernas y pies. Su tratamiento será prolongado, a base de antibióticos de amplio espectro, junto a la aplicación local de antimicóticos. Se debe ser estricto en el control de los niveles de azúcar, ya que una descompensación puede agravar el problema.
- Eritrasma. Producido por la bacteria Corynebacterium minutissimum, es bastante frecuente en diabéticos obesos. Aparecen placas bien delimitadas, rojizas, con descamación superficial, en pliegues inguinales, axilares, submamarios y con menos frecuencia entre los dedos. Se trata con eritromicina durante una semana y/o antimicóticos tópicos. La pérdida de peso y evitar la humedad en las zonas mencionadas previene en parte la recaída.
- Xantomas eruptivos. Un problema más en pacientes con diabetes que tienen sobrepeso, y colesterol y triglicéridos altos. Se presentan pequeños nódulos rojo-amarillentos de hasta 5 milímetros de diámetro, que aparecen agrupados en extremidades y glúteos. No generan molestias, aunque a veces provocan comezón. El tratamiento para bajar niveles de grasa suelen brindar resultados alentadores.
Si bien la diabetes es un problema que acompañará al paciente por el resto de su vida, ésta puede vivirse con mejor calidad si se da atención a pequeñas lesiones y se mantienen en niveles regulares los índices de glucosa en sangre.
Daño neurológico y diabetes
Es un daño a los nervios que ocurre en personas diabéticas. Esta afección es una complicación de ladiabetes.
Causas
En personas con diabetes, los nervios en el cuerpo pueden resultar dañados por una disminución del flujo sanguíneo y un nivel de azúcar en la sangre alto. Esta afección es más probable si el nivel de azúcar en la sangre no está bien controlado.
Aproximadamente la mitad de los diabéticos padecen daño neurológico. Los síntomas a menudo no comienzan hasta muchos años después del diagnóstico de diabetes. Algunas personas que tienen diabetes que se desarrolla lentamente ya tienen daño a los nervios cuando se les diagnostica por primera vez.
Síntomas
Los síntomas con frecuencia aparecen lentamente durante muchos años. Los tipos de síntomas dependen de los nervios que estén afectados.
Los nervios en los pies y las piernas resultan afectados con mayor frecuencia. Los síntomas generalmente comienzan en los dedos de los pies y en los pies, y abarcan hormigueo o ardor, o dolor profundo. Con el tiempo, también puede presentarse daño a los nervios en los dedos de las manos y en las manos. A medida que el daño empeore, usted probablemente perderá sensibilidad en los pies y en las piernas. Su piel también se volverá insensible. Debido a esto, usted puede:
- No notar cuando se para sobre algo puntiagudo.
- No saber que tiene una ampolla o una cortadura pequeña.
- No notar cuando las piernas o los pies tocan algo que está demasiado caliente o frío.
Cuando los nervios que controlan la digestión resultan afectados, usted puede tener problemas para digerir los alimentos. Esto puede dificultar el control de su diabetes. El daño a los nervios que controlan la digestión casi siempre ocurre en personas con daño neurológico grave en sus pies y piernas. Los síntomas de problemas digestivos abarcan:
- Sentirse lleno después de comer sólo una porción pequeña de alimento
- Acidez gástrica y distensión
- Náuseas, estreñimiento o diarrea
- Problemas para deglutir
- Vomitar el alimento sin digerir unas horas después de una comida
- Sentirse mareado cuando se pone de pie (hipotensión ortostática).
- Tener una frecuencia cardíaca rápida.
- No notar la angina, el dolor torácico que avisa sobre cardiopatía y ataque cardíaco.
Otros síntomas de daño nervioso son:
- Problemas sexuales, lo cual puede causar dificultades para lograr erecciones en los hombres y resequedad vaginal y problemas con el orgasmo en las mujeres.
- No ser capaz de darse cuenta de que su glucemia se pone demasiado baja.
- Problemas vesicales, lo cual provoca escapes de orina y posiblemente no ser capaz de vaciar la vejiga.
- Sudar demasiado, incluso cuando la temperatura está fresca, cuando usted está en reposo o en otros momentos inusuales.
- Mucho sudor en los pies (daño inicial) o mucha resequedad (daño posterior).
Pruebas y exámenes
El médico llevará a cabo un examen físico, en el cual se puede descubrir que usted tiene lo siguiente:
- Falta de reflejos o reflejos débiles en el tobillo.
- Pérdida de la sensibilidad en los pies (esto se verifica con un instrumento similar a un cepillo llamado un monofilamento).
- Cambios en la piel, entre ellos piel seca o gruesa o uñas decoloradas.
- Pérdida de la capacidad para sentir el movimiento de las articulaciones (propiosensibilidad).
- Caída de la presión arterial cuando usted se pone de pie después de estar sentado o acostado.
Los exámenes que se pueden ordenar abarcan:
- Electromiografía (EMG): un registro de la actividad eléctrica de los músculos.
- Pruebas de velocidad de conducción nerviosa (VCN): un registro de la velocidad a la cual viajan las señales a lo largo de los nervios.
- Estudio del vaciado gástrico para verificar qué tan rápido el alimento sale del estómago y entra en el intestino delgado.
- Prueba de basculación para verificar si el sistema nervioso está controlando adecuadamente la presión arterial.
Tratamiento
Siga los consejos de los médicos sobre cómo reducir el daño a nervios por la diabetes.
Controle su nivel de azúcar (glucosa) en la sangre:
Controle su nivel de azúcar (glucosa) en la sangre:
- Comiendo alimentos saludables.
- Haciendo ejercicio regular.
- Revisando su azúcar en la sangre con la frecuencia indicada y llevando un registro de sus números, de manera que usted conozca los tipos de alimentos y las actividades que afectan su nivel de azúcar en la sangre.
- Tomando medicamentos o insulina según lo indique el médico.
Para tratar los síntomas de daño neurológico, el médico puede recetar medicamentos para:
- Dolor en los pies, las piernas o brazos
- Náuseas, vómitos u otros problemas con la digestión
- Problemas de la vejiga
- Problemas de erección o resequedad vaginal
El cuidado de los pies abarca:
- Revisarse los pies todos los días.
- Procurar que le hagan un examen de los pies cada vez que vaya al médico.
- Usar el tipo correcto de calcetines y zapatos (pregúntele al médico acerca de esto).
Grupos de apoyo
Muchos recursos pueden ayudarle a entender más sobre la diabetes. Usted también puede aprender maneras de manejar su neuropatía diabética:
- American Diabetes Association: www.diabetes.org
- National Diabetes Information Clearinghouse: www.diabetes.niddk.nih.gov
Expectativas (pronóstico)
El tratamiento alivia el dolor y controla algunos de los síntomas.
Otros problemas que se pueden presentar:
- Infecciones de la vejiga y el riñón.
- Úlceras por pie diabético.
- Neuropatía que oculta los síntomas de un dolor en el pecho (angina) que es una advertencia de una cardiopatía y un ataque cardíaco.
- Pérdida de un dedo del pie, un pie o una pierna a través de una amputación, generalmente debido a una infección ósea que no sana.
Cuándo contactar a un profesional médico
Consulte con el médico si presenta cualquier síntoma de neuropatía diabética.
Diabetes y enfermedad renal
La nefropatía o daño renal que ocurre en personas con diabetes se denomina nefropatía diabética. Esta afección es una complicación de la diabetes.
Causas
Cada riñón está compuesto de cientos de miles de unidades pequeñas llamadas nefronas. Estas estructuras filtran la sangre, ayudan a eliminar los residuos del cuerpo y controlan el equilibrio de líquidos.
En personas con diabetes, las nefronas lentamente se engruesan y, con el tiempo, resultan cicatrizadas. Los riñones comienzan a filtrar y la proteína (albúmina) pasa a la orina. Este daño puede suceder años antes del comienzo de cualquier síntoma.
El daño renal es más probable si usted
- Tiene azúcar en la sangre no controlado.
- Tiene hipertensión arterial.
- Tiene diabetes tipo 1 que comenzó antes de los 20 años de edad.
- Tiene familiares que también sufren de diabetes y problemas renales.
- Fuma.
- Es de origen afroamericano, estadounidense de origen mexicano o indígena estadounidense.
Síntomas
A menudo, no hay síntomas a medida que comienza el daño renal y empeora lentamente. El daño renal puede comenzar de 5 a 10 años antes del inicio de los síntomas.
Las personas que tienen nefropatía más grave y prolongada (crónica) pueden presentar síntomas como:
- Fatiga la mayor parte del tiempo
- Sensación de malestar general
- Dolor de cabeza
- Náuseas y vómitos
- Inapetencia
- Hinchazón de las piernas
- Picazón en la piel
Pruebas y exámenes
El médico ordenará exámenes para detectar signos de problemas renales.
Con un examen urinario, se busca una proteína llamada albúmina filtrada en la orina.
- Demasiada albúmina en la orina a menudo es un signo de daño renal.
- El examen también se denomina examen para microalbuminuria, debido a que mide cantidades pequeñas de albúmina.
El médico también revisará la presión arterial, dado que si usted tiene nefropatía diabética, probablemente también padezca hipertensión arterial.
Una biopsia del riñón se puede ordenar para confirmar el diagnóstico o buscar otras causas de daño renal.
Si usted tiene diabetes, el médico también le revisará los riñones con los siguientes exámenes de sangre cada año:
Tratamiento
Cuando el daño renal se identifica en sus etapas iniciales, se puede retardar con tratamiento. Una vez que aparezcan cantidades mayores de proteína en la orina, el daño renal lentamente empeorará.
Siga los consejos del médico para evitar que su enfermedad empeore.
Mantener la presión arterial bajo control (por debajo de 130/80) es una de las mejores maneras de retardar el daño renal.
- El médico puede recetar medicamentos para bajar la presión arterial y proteger los riñones de mayor daño.
- Tomar estos medicamentos incluso cuando la presión arterial esté en un rango saludable ayuda a retardar el daño renal.
CONTROLE SU NIVEL DE AZÚCAR EN LA SANGRE
Usted también puede ayudar a reducir el daño al riñón controlando los niveles de azúcar en la sangre, lo cual se puede hacer:
- Consumiendo una dieta saludable.
- Haciendo ejercicio regularmente.
- Tomando insulina o medicamentos según las indicaciones del médico.
- Verificando sus niveles de azúcar en la sangre con la frecuencia que se indique y llevando un registro de los números para que conocer cómo las comidas y las actividades afectan su nivel.
OTRAS FORMAS DE PROTEGER SUS RIÑONES:
- Antes de someterse a una resonancia magnética, tomografía computarizada u otro tipo de examen imagenológico en el que reciba un medio de contraste, coméntele al médico que está ordenando el examen que usted tiene diabetes. El medio de contraste puede causarle más daño a los riñones.
- Antes de tomar un medicamento para el dolor analgésico no esteroide (AINE), como el ibuprofeno o el naproxeno, pregúntele al médico si hay otro tipo de medicamento que pueda tomar en su lugar. Los AINE pueden dañar los riñones, especialmente cuando se los usa con frecuencia.
- Conozca los signos de infecciones urinarias y consiga tratamiento de inmediato.
Grupos de apoyo
Muchos recursos pueden ayudarle a entender más sobre la diabetes. También puede aprender maneras de manejar su enfermedad renal.
- American Diabetes Association: www.diabetes.org
- National Diabetes Information Clearinghouse: www.diabetes.niddk.nih.gov
- National Kidney Foundation: www.kidney.org
Expectativas (pronóstico)
El médico tal vez necesite suspenderle algunos de sus medicamentos, debido a que éstos pueden dañar sus riñones si la nefropatía diabética está empeorando.
La nefropatía diabética es una causa importante de enfermedad y muerte en personas con diabetes. Puede llevar a la necesidad de diálisis o de un trasplante de riñón.
Cuándo contactar a un profesional médico
Consulte con el médico si tiene diabetes y y no le han hecho un análisis de orina de rutina para buscar proteína.
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